martes, 22 de enero de 2013

Ven


Ven y toma todo lo que hay en mí. Llévate mis sentimientos y moldéalos, hazme sufrir, que los guardé solo para ti y te los obsequio. Los quiero contigo, que en mi corazón sólo está de adorno, lleno de polvo implorando el retomo de alguien que los sepa utilizar.
Quiero llegar de una vez al mar, satisfacer mi alma con la transparencia de su agua. No puedo más, hasta aquí puedo llegar, no se donde está mi finalidad y no siento mis piernas, quiero acabar... ¿Dónde estás? es de noche y me siento inseguro aquí afuera, ven y canta cualquier canción, que tu voz me tranquiliza. Acuéstate en la arena y miremos que tan cerca estoy de las estrellas y así de cerca estoy para poder triunfar, para triunfar. Hazme saber si tus lágrimas de ayer ya no van a importar, porque si no, no sé por qué sigo aquí intentando hacerlas desaparecer.
Y después me levantaré y seguiré mi camino hacia el mar, hasta que pueda llegar... hasta que pueda llegar.


Ven y hazme sufrir que mi corazón está lleno de polvo.Quiero satisfacer la transparencia hasta llegar a acabar afuera.Canta que tu voz me tranquiliza y miremos así de cerca tus lágrimas, porque sigo aquí, intentando hacerlas desaparecer.

Ven (Ismael Herrera)


viernes, 18 de enero de 2013

A mi hermano.


He navegado sin rumbo, solo y sin saberlo;
he marchitado al tiempo con mis desplantes y sonidos.
He padecido el vértigo de la muerte en cada lágrima de mis noches... pero
Hoy me he dado cuenta que contigo la soledad es felicidad eterna.
(Deja que tu corazón vaya por delante, que el resto del cuerpo lo seguirá a donde quiera que vaya.)

He sacrificado al amor para renegar de su existencia.
He maldecido a mi suerte, siempre que me ha traicionado
pero con tu presencia hermano mío,
hasta el mismo infierno es dulzura y mis noches sabor a melancolía.

domingo, 13 de enero de 2013

Tu amigo que perdió tu amistad.

Hola preciosa, ¿Qué tal?... Siento mandarte un mensaje a estas horas, pero necesito contártelo de una vez... No me gustaría perder tu amistad, la valoro muchísimo, más de lo que crees. Y no quiero que te alejes de mí, ahora que tengo tu amistad. Se que ahora no hablamos mucho, que estamos en menos contacto, pero eso no quiere decir que me haya olvidado de ti. Jamás lo haría... Sería imposible olvidar a alguien que me ha echo sentirme bien conmigo mismo, aunque sólo fuese el tiempo que estuve allí, pero lo hiciste. Que me transmitiera tanto con una mirada, aprecio, cariño, amistad, valor, confianza... todo eso me hacía sentirme muy bien, me sentía acogedor, poder aferrarme en algo que no sea mis miedos, mis fracasos. Quiero que sepas que has entrado de una forma muy especial en mi vida, y no quiero pensar que me equivoqué al enamorarme de la persona que no era, no quiero pensar que regalé mi corazón a cualquiera, no quiero pensar que estoy metido en una cárcel, donde se supone que está llena de amor, y lo único que hay, es dolor, no quiero pensar nada, pero, es imposible. Cada segundo que pasa, me siento más perdido, cada segundo lo siento como un día de tortura, cada segundo me dice tu nombre, cada segundo se vuelve una eternidad. Eternidad, palabra fácil de entender, pero algo imposible... Es tan raro sentirse culpable, y no saber el porque. Es tan doloroso perder a alguien, que así como no podrías describir estar enamorado, no podrías describir la pérdida, la pérdida de alguien a quien has apostado, alguien con quien pensabas que ibas a soñar, alguien con quien deseabas tener algo, algo juntos. Nunca olvidaré esto, nunca volveré a abrirme como lo hice, nunca diré para siempre, nunca volveré a amar como lo hago, nunca más regalaré mi corazón, si es que lo puedo recuperar… nunca, nunca más. Si te puedo recuperar, no lo sé, sólo quiero dejar que el tiempo y la distancia hagan su papel, como siempre lo han hecho. Siempre han sido factores importantes, dos palabras que fueron esenciales parar poder algún día tenerte cerca, solo dos obstáculos causaron que dos corazones se separen, más de lo que ya están, causaron que las almas se alejen, causaron que las sonrisas se vuelvan llantos, y que las lagrimas blancas se vuelvan negras con sabor amargo, si, el sabor del dolor y tristeza. Me alegro de que alguien tan maravillosa haya entrado en mi vida, no puedo desear que esto no hubiese pasado, porque me cambió, y de eso estoy feliz. Aprendí a amar de verdad, y aprendí a tener más confianza en mí. Un día como hoy, normal y corriente, me encontré con la flor más bella del mundo, tan bella que, simplemente deslumbraba, pero, igual que el día que la encontré, se me cayó, y la corriente del río del olvido y dolor se la llevaron. Yo corrí tras ella, porque mi corazón solo rogaba llegar a alcanzarla, pero se me fue, y la perdí. Esa flor hace que siga respirando, con el solo deseo de que en algún momento se vuelva a alumbrar. Para alguien que me enseñó la falta que te puede hacer una persona, y el valor de la amistad y fidelidad. Sé que ni con mil poemas y textos podré recuperar tu cariño, porque quizás pienses que lo nuestro es algo imposible, pero es todo lo que siento en palabras. Sé que nunca leerás esto, pero me basta este escrito para decirte que te quiero y que te querré siempre.Tu amigo que perdió tu amistad.

Said.

Entre tú y yo siete tristezas se sorprenden
(alma marina, curiosidad de palabras,
pasos recientes, biberones nuevos,
un triciclo, dos dientes y una escalera).
Son los que dan partida a nuestros lazos
un mismo vientre y los mismos pechos
ahí nos conocemos, desde la fundación
desde las edades líquidas e intranquilas.

Yo te abrazo como el aire, como el agua,
mi sangre lleva tu sal y mi sal tu sangre,
somos semillas de un mismo huerto
frutos salidos de la misma humilde rama.


Tu corazón tiene latidos de paloma
y el mío te vigila con vista de águila
desde tu primer y tambaleante paso
hasta la ultima gota de la ultima lágrima.

Te miro, tan lejano a veces, solitario,
perseguido de raíces que no son tuyas
ni fronteras que no acercan distancias
y sin que sepas te abrazo como antes,
te beso como ayer o como mañana
y caminamos juntos, ya no de la mano,
ni vestidos de color marino a la par,
sino como hombres, con siete soles
y una luna separando nuestras edades
somos tres, la nombramos hermana.

 Eres el último atardecer de mis padres
el que canta cuando canto y toca guitarra,
el bastón de alguna herida, el compañero,
el dueño de las estrellas que una vez contamos,
el volantin blanco, el carrete y el hilo,
el dueño de todos los balones y el gol,
socio del mismo cuarto y del té por la mañana.

Antes que llegue el tiempo de las moradas,
cuando elija tu paso el camino del viento sur
y mi rumbo siempre norte siga su curso,
te abrazaré otra vez, quizas como ahora,
cuando las paredes me comen las palabras
y te besaré como mi hermano, niño siempre,
herencia de las uvas y del mar y sus algas
eres mejor que yo, yo soy tu hermano que te ama

Tú.

Tú, que careces de talento para preservar sus pocos episodios de felicidad, tenia una cosa: de vez en cuando el colectivo de replicantes te aburre y entonces los maltratas. A los que no piensan como tu los maltratas también. A veces hasta el punto de no poder cruzarte con sus ojos. Por vergüenza, por repulsa.
Lo ideal para él era encontrar pequeños proyectos de sí mismo. Personal con opinión cercana pero sin derecho al voto. Subordinados para copa y confidencias.
Él no amaba, envidaba. Necesitaba poseer para luego destruir. Por eso creo que hacía daño a quienes decía querer. No podía ni con ellos ni con sus momentos de felicidad. Años atrás había sido muy ignorado, se había sentido solo. Por eso creo que se hizo borde. Para que lo viera alguien.
El mandaba porque no entendía casi nada. Y cuando no entiendes las cosas, te equivocas tanto que tienes que escoger. O sigues pareciendo tonto a los ojos del mundo, o trampeas la carencia convirtiéndose en déspota.
Sé que le había gustado gustar, pero no pudo. Por eso acabó mandando: para poder existir sin tener que disculparse, para encubrir la torpeza, para disimular.
También creo que su esfuerzo por dejar de parecer el tonto e la clase fue excesivo y que acumuló con el tiempo demasiado odio, demasiada envidia, demasiada ira. Que perdió en el camino lo que le hizo amigo, y que llegó a maltratador y por un igual, al mismo tiempo. 
Y ya pareció listo.
Desde aquel día el mundo fuimos él y un montón de personas pequeñas. Y en poco tiempo los demás fuimos ya pequeños para la eternidad.
Como los adolescentes, se sentía superior porque pensaba que era el más desgraciado, que sólo él sufría.
Va a ser de esos que a los treinta y cinco no ha descubierto todavía que a partir de cierta edad los padres ya no tienen la culpa de nada. Y que no hay nada de inteligente en ser un borde, porque ganarse a pulse ser tan poco querido no tiene sentido. Por eso creo que la vida no le sentó bien.
Con quince años, cuando empezaron a tratarle, por soltar un chiste con algo de nivel había vendido a su madre. Pero su madre no estaba y entonces humillaba a quien fuera. El chiste no le salía y ofendía a la mesa. Siempre que fuera para lucirse estaba en su derecho. Eso creía. Algo así como esos profesores débiles que se mofan de un alumno para ganarse a los demás.
Para él fue siempre menos vergonzoso pisar una mano que tenderla. No por nada, porque sí. Porque sentía que a él le habían hecho lo mismo.
Por eso está solo. solo de mal acompañado. Acompañado de gente que se quiere marchar. Que ya no quiere hablar nada porque no quiere arreglar nada. De gente que te sonríe pero se escapa, que no te llama ni se sienta contigo a comer.
Lo que se dice querer, no creo que él haya querido nunca a nadie. Necesitar es otra cosa. Él necesita que le escuchen, le admiren, le chupen el rabo y que duerman con él. Pero a querer no le enseñaron. Por eso no sabe y por eso no le quieren a él.
Ninguno estamos cerca. Nos hemos marchado. Sin él se está siempre mejor que con él. Cuando suena el móvil y aparece su nombre nunca te hace ilusión. Hace mucho, después de mucho más tiempo, me llama por teléfono. No sé para qué llamó. Para lo que llama siempre: para saber si estás mal. Sus frases estaban llenas de amarguras, de resentimiento, de rabia, de desesperanza, de esfuerzo por herirte. Desprendía, como siempre, mucho asco por la gente y las cosas. Tanto que cuando colgué sólo me quedó el mal cuerpo, y la pereza de encontrarnos y el alivio de saberme lejos.

lunes, 7 de enero de 2013

Miénteme.


Miente corazón…
Dile al tiempo que desvié su camino,
que nos regale un momento.
Susurrando… que nadie más se entere
que lo lleva el viento…
Ven siéntate a mi lado
y escuchemos la melodía…
Hablemos del amor, la paz, el odio…
hablemos de la vida.
Ven, desgárrame el alma con felicidad
y alocadas grandezas.
De tus ojos, tu boca, tu cuerpo…
Aquí donde la verdad no puede ser engañada…
y la mentira es todo aquello que pudo ser cierto.
Donde me baño ante tu mirada…
donde entre mis brazos te siento.
Aquí donde en secreto
recorremos caminos oscuros a la luz del día…
donde la traición
y soledad nunca llegarían.
Aquí donde aquellos que hemos caminado
por los prados del destino,
recordamos y sentimos
la experiencia del camino.
Ven siéntate a mi lado
que de nosotros es el tiempo…
hablemos de ti, que te he soñado…
hablemos del momento.
De tus ojos, tu boca, tu cuerpo…
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